EL NACIONALISMO
EL NACIONALISMO RUSO
El movimiento nacionalista más poderoso tuvo lugar en Rusia, el iniciador del mismo fue Mijail Glinka, conocido como "el padre de la música rusa", que destaca sobretodo por su ópera "Una vida por el zar". Más tarde surgió un grupo de compositores conocido como "El grupo de los cinco", que seguirán la tradición iniciada por Glinka. Estos músicos fueron M. Balakirev, A. Borodin, C. Cui, M. Mussorgsky y N. Rimsky-Korsakov.
Aunque no fueron músicos profesionales, su música es de una alta calidad. En ella evocan la historia rusa y los giros peculiares de la música autóctona; emplean temas tradicionales como fuente de inspiración y otros recursos de su folclore (ritmos, antiguas escalas, instrumentos,...).
Entre los cinco destaca Modest Mussorgsky, músico incomprendido pero de grandes cualidades. Su ópera "Boris Godunov" es una de las obras maestras del repertorio operístico internacional; otra de sus obras más importantes lleva por título "Los cuadros de una exposición".
EL NACIONALISMO ESCANDINAVO
Destacan sobretodo dos autores nacionalistas: Edvard Grieg y Jan Sibelius.
El noruego E. Grieg había estudiado en Alemania, pero cuando volvió a su país comenzó a fijarse en el folclore, dedicándose a recoger canciones y danzas populares. Esta fuente de inspiración dio como resultado obras muy personales que, en algunos aspectos, anticipan ciertos rasgos de corrientes musicales posteriores como el Impresionismo. Su obra más conocida es la suite "Peer Gynt", ambientada en Noruega.
El finlandés J. Sibelius también estudió en Alemania, pero como Grieg, decidió seguir su propio rumbo. Enamorado del paisaje y las leyendas de su tierra, compuso varios poemas sinfónicos, uno de los cuales, "Tapiola", es el retrato de los interminables bosques finlandeses.
EL NACIONALISMO BOHEMIO
A finales del siglo XIX, Bohemia (en la actualidad, República Checa) conoció un periodo de gran riqueza musical. Esta región había sido absorbida por el imperio austrohúngaro y dominada por la cultura alemana; sin embargo, hacia mediados del siglo XIX se creará la "Escuela de música checa", que acogerá la idea del nacionalismo musical de manera activa.
El gran iniciador de esta escuela nacionalista fue Bedrich Smetana, que compone entre otras obras seis poemas sinfónicos agrupados bajo el título de "Mi patria" en los que describe los paisajes de su tierra.
El gran continuador de la obra de Smetana es Antonin Dvorak, muy influido por los románticos alemanes, que utilizará sin embargo melodías y ritmos populares con un carácter nacional indiscutible. De entre las nueve sinfonías que escribió destaca "La sinfonía del nuevo mundo".
EL NACIONALISMO HÚNGARO
El interés por la cultura tradicional musical se extendió por toda Europa hasta bien entrado el siglo XX. A los rusos y escandinavos se sumarán después otros países como Hungría. Los compositores húngaros más importantes son Bela Bartók y Zoltán Kodály, que se convertirán en investigadores y recopiladores del folclore de su país, ejerciendo la función de etnomusicólogos.
Durante muchos años recorrieron en compañía no sólo su país, sino también Rumania y Eslovaquia, tomando notas y grabando registros fonográficos de todos los cantos que oían, que más tarde se ocuparían de publicar y difundir.
Además, sus estudios se extendieron a la pedagogía musical, creando sistemas y obras para la iniciación de los más jóvenes en la música. Así por ejemplo, Kodály diseñó un método propio para el aprendizaje de la música, basado en el canto coral de melodías populares. De la misma forma, creó un sistema para el aprendizaje de las notas basado en la posición de la mano.
EL NACIONALISMO ESPAÑOL
El nacionalismo en España es un movimiento tardío. Aunque la zarzuela de mediados de siglo supone una primera conciencia nacional como respuesta a la influencia de la ópera italiana, no será hasta casi comienzos del siglo XX cuando surja una verdadera corriente nacionalista. El promotor y padre del nacionalismo musical español fue el catalán Felipe Pedrell, que recogió gran cantidad de material tradicional y folclórico utilizando tan sólo un lápiz y un papel pautado.
Las teorías nacionalistas de Pedrell serán llevadas a cabo por sus discípulos, entre los que cabe destacar a Isaac Albéniz, autor de la suite para piano "Iberia" o Enrique Granados, creador de obras como "Danzas españolas" y "Goyescas", estas últimas inspiradas en las pinturas de Goya.
Pero sin duda, la gran figura del nacionalismo español es Manuel de Falla, que obtuvo grandes éxitos internacionales y supo conjugar a la perfección los elementos folclóricos y tradicionales con las tendencias vanguardistas del momento. Entre sus obras destacan el ballet "El amor brujo", conciertos como "Noches en los jardines de España", obras para piano como "La sinfonía bética" y óperas como "La vida breve".
OTROS NACIONALISMOS
Además de los países ya mencionados, el nacionalismo se extenderá por toda Europa y atravesará el Atlántico hasta llegar al nuevo continente. Así, dentro del nacionalismo aparece con personalidad propia la figura del norteamericano George Gershwin, quien basa su música en la explotación del jazz. Crea una ópera titulada "Porgy and Bess", inspirada rítmica y melódicamente en la música de jazz. Otras obras importantes de este autor son "Rapsody in blue" y "Un americano en París".
0 comentarios:
Publicar un comentario